viernes, 17 de diciembre de 2010

LOS ARBITROS Y SU VICTORIA

Acude al terreno de juego sin un escudo que defender ni un resultado por pelear, su misión es la de hacer cumplir las normas cual sheriff en el lejano Oeste donde los pistoleros marcan ley propia. Los futbolistas acuden cada semana al terreno de juego a sabiendas de que habrá gargantas que ofrecerán su aliento en pos de la victoria, dos aficiones divididas con la victoria como mismo objetivo, pero entre todos él está solo, nadie apoyará su labor y en el mejor de los casos pasará desapercibido, pues ésa será su victoria.

Estará rodeado de veintidós futbolistas cuya herramienta es el esférico mientras la suya es un silbato que hará sonar cuando crea que algo no fue correcto, acarreando quizá el malestar de un lado y la aprobación de otro. Sabe que en escasas ocasiones tendrá a todos conformes y durante noventa minutos será mirada con minuciosidad cada una de sus decisiones. Apenas unas décimas de segundo tiene para decidir lo que puede ser la jugada decisiva del partido, esa jugada que a veces vemos dos o tres veces repetida en la moviola, a cámara lenta, sin llegar a una conclusión esclarecedora.


No hay lugar para el descanso. El guardameta y los zagueros aguardan el momento de defender su territorio mientras los delanteros esperan impacientes la oportunidad de atacar el bastión enemigo, pero él ha de estar pendiente en todo momento del devenir de los acontecimientos, concentrado en su tarea siguiendo al balón cualquiera que sea el sitio al que vaya. En su bolsillo aguardan dos cartulinas, testigos de infracciones que van más allá del reglamento y merecen advertencia o castigo según la gravedad del suceso. Los hay que tienden a utilizarlas con mayor o menor vehemencia, pero seguro que todos coinciden en que gustarían de no tener que hacer uso de ellas.

Sus decisiones serán en su mayoría protestadas pero nunca revocadas salvo por consejo de sus compañeros, pues no están solos en su tarea: a los lados tienen a dos jueces de línea más uno que aguarda cualquier imprevisto. Durante noventa minutos tienen un banderín que señalará ese fuera de juego a veces claro, a veces engañoso por cuestión de milímetros. La defensa adelantada, ese gran enemigo del linier
.
En un fútbol donde se destacan con fervor los disparos de Cristiano Ronaldo, los regates de Messi, los goles de Rooney, las asistencias de Xavi, las paradas de Casillas o las decisiones de Mourinho o Guardiola, poco espacio queda para reconocer la difícil labor de aquellos que, aun ajenos a cuestiones del balón, también forman parte del deporte rey.
Suena el pitido final: el partido ha terminado.




P.D.Mis felicitaciones a Ayala, y a Costas, pues se que se lo han trabajado hombro con hombro, los dos.para llegar a division de honor, y espero que alguno mas siga el mismo camino,

Pues es un orgullo haber compartido con ellos varios momentos, sobre todo los inicios.

Mi reconocimiento a su labor, a Terry, a Ximo Leon, Treviño,  Sigi, a Alos , a Ropero, Benito,  y tantos arbitros que han apoyado al futbol y futbol sala Ibense,

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